Cargando la cruz de Jesús. Simón de Cirene
¿Te imaginas cómo fue cargar la cruz de Cristo mientras lo veías padecer en su camino a la crucifixión? Pues, eso fue lo que vivió Simón de Cirene. Este evento es mencionado en tres de los cuatro evangelios, Mateo, Marcos y Lucas, los llamados evangelios sinópticos (Instituto Bíblico Patricio Symes, 2012). Sin embargo la mención que se hace en el libro de Juan complementa los otros relatos.
Este es un cuadro comparativo y una línea del tiempo acerca de las menciones de este hecho según las versiones de la Biblia Reina Valera 1960, Reina Valera Contemporánea, Nueva Traducción Viviente y Traducción Lenguaje Actual. El orden de aparición de los libros corresponde a su orden cronológico según el Instituto Bíblico Patricio Symes.
Ahora bien, ¿Cómo podemos interpretar estos sucesos?
En primer lugar, encontramos que Jesús sale cargando su propia cruz con destino a Gólgota (Juan 19:17). Seguido a esto, es probable que Jesús se halla cansado, debido a las heridas, por ende no podía continuar su camino cargando su cruz. Por esta razón los soldados que se encontraron a Simón de Cirene, lo tomaron, le pusieron la cruz de Jesús encima y lo obligaron a llevarla detrás de Jesús (Marcos 15:21; Mateo 27:32; Lucas 23:26). Simón venía del campo, no era de la región por eso lo nombran el Cireneo. A partir de esta información se puede afirmar que este hombre estaba cansado, por eso no quería cargar la cruz de Jesús.
Por otro lado, se reconoce su nombre en los tres relatos porque fue padre de Alejandro y Rufo (Marcos 15:21), quienes al parecer eran relevantes en el evangelio primitivo, pues también Pablo hace mención a esta familia en Romanos 16:13, saludando Rufo a quien llama “escogido en el Señor” y a su madre, esposa de Simón, a quien Pablo considera como su propia madre. Por ende, se puede aseverar que aquel varón que ayudó a Jesús con su carga, en principio en contra de su voluntad, terminó convirtiéndose al cristianismo junto a su familia.
Finalmente, se puede concluir que fue fundamental en la conversión de Simón el llevar el peso de la cruz de Jesús, verlo en su calvario. En su espalda veía las marcas de los 39 latigazos que le habían propinado, escuchó las palabras de Jesús, lo reconoció como un ser amoroso. Él no quería cargar su cruz, pero creyó en Jesús como mesías al llevar por un momento su carga. No fue crucificado con él, pero lo merecía, como tú o como yo.
Oración final
“Ayúdame Señor, a entender el peso de tu cruz, tu propia cruz, la que cargaste por mí siendo inocente. Sé que me es necesario tomar mi cruz cada día y seguirte para ser tu discípulo, alguien digno de ti, pero me conmueve pensar que alguien supo el peso de tu cruz física y por un momento la cargó.
En oración quiero comprender ese peso, para darle más valía a tu sacrificio por mí. Perdóname por cada vez en que no entendí el peso de tu carga, no sólo física sino espiritual, y tomé por poco la salvación que me regalas.
Gracias por mostrarme que una conversión genuina afecta a una descendencia, como sucedió con Simón, su esposa y sus hijos, a quienes Pablo saluda en una de sus cartas llamando a Rufo “Escogido”.
Finalmente te doy gracias por mi descendencia, la que ya escogiste una vez me llamaste a mí. En el nombre de Cristo Jesús, Amén.”